Es una artista italiana que se fue de su país hace casi 20 años. Ha tenido la gran fortuna de viajar por el mundo, residiendo durante largas temporadas en países que en Occidente nos gusta llamar "Los paraisos", principalmente porque los vemos distantes y a veces casi inalcanzables.

En 2012, después de cuatro años, abandonó definitivamente Zanzíbar (Tanzania) para viajar a España en las Islas Baleares, donde reside actualmente. Recala en este hermoso archipiélago viviendo y trabajando, primero en Ibiza, luego en Formentera y finalmente en Mallorca; donde comienza su aventura artística que le ha regalado grandes emociones y grandes satisfacciones.

En sus pinturas se refleja la necesidad de utilizar el color para llenar ese vacío dejado por las aventuras vividas en los siete años más importantes de su crecimiento personal. Esos viajes que hoy parecen estar muy lejanos. Esos viajes que han abierto puertas, que hoy son imposibles de cerrar.

La técnica mayoritariamente utilizada es la abstracta, juega con formas e imágenes ocultas bajo gruesas y bien visibles capas de color. Utiliza figuras ocultas, muchas veces difíciles de percibir superficialmente, que provocan fuertes sensaciones, por lo que quienes aprecian sus obras quedan impactados por ellas.

Sus pinturas están en continuo "movimiento", se desarrollan en el tiempo, una metamorfosis invisible de sujetos que cobran vida según la luz que queramos dar a las obras. Muchas de sus pinturas nacen con la idea de transmitir mensajes no sólo visuales sino sensoriales. Algunas obras también han sido creadas para ser tocadas, olidas... 

 Obras que estimulan varios sentidos y no sólo la vista. Esta es una de las características que las hacen únicas. Mia siente no pertenecer a ningún sitio; se siente dividida en el alma por todos aquellos lugares que la han acogido, que la han hecho sentir parte de algo y la han transformado en la persona que es hoy.

Caribe, Asia, Europa, África forjaron silenciosamente una artista, una madre, una mujer fuerte. Desde siempre un alma inquieta, llena de preguntas, encuentra en el arte y en la Ciencia Espiritual el refugio más seguro.

Mia pinta emociones, estados de ánimo, secretos y a veces, incluso misterios. Mia crea cuadros de cualquier tamaño a partir del deseo de quien quiere una obra personal: ¿Qué te gustaría ver en tu pintura? ¿Qué emoción te gustaría sentir? ¿Qué quieres que te diga cuando lo veas? Tuyo, pero con el toque personal de una artista polifacética.

 Comienza desde muy joven dedicándose a la escritura, poemas, textos, artículos, reflexiones hasta el día en que sin razón aparente vive el llamado "bloqueo del escritor" pero la pintura llega a su vida, salvándola de la falta de un medio para expresarse.

 Mia no se preocupa por intentar hacerse entender, sabe que podría no ser posible pero es consciente de que todos (o casi) pueden percibir la esencia de sus obras aunque sea por un momento.